Somos medidas
insuficientes, pienso mientras observo solo tu perfil clavado en el panorama.
Como un sacerdote perdonando al pecador lo
suficiente para condenarlo al purgatorio y no al paraíso o al infierno.
Te acercas a besarme dejando la
marca solo en mi mejilla, justo en la comisura de mis labios.
Como el bombero rescatando todos
los inquilinos del edificio en llamas sin apagar el incendio.
Permanezco sin la calidez de
sostener tu mano, pero rozo sobre ella indiscretamente en cada oportunidad
dada.
Como el caballero vigoroso
después de clavar su espada en la garganta del dragón ignorando el nido que dejó
en la cueva.
Me miras directamente a los ojos
sin sostener la respiración o dejar salir ningún suspiro.
Como el filósofo contando su
parábola omitiendo a propósito la moraleja final
Cierro la puerta tras de ti,
pero nunca alcanzo tu paso para poder abrirla ante ti.
Como el navegador celebrando el
descubrimiento de nueva tierra y recordando que olvidó su mapa en puerto.
Recargas tu cabeza sobre mi
hombro sin cruzar nunca tu brazo sobre mi pecho.
Como medidas insuficientes
Me despido sin decirte que te extrañaré
pues no me siento completamente seguro que lo haré.
Como tú y yo.
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